domingo, 20 de octubre de 2013

Un personaje singular

Para personajes singulares, Kant, éste filósofo nacido en la antigua Prusia, no destacó jamás por su físico, pero fue un gran filósofo aunque también actuaba de manera extraña en momentos de la vida cotidiana.

 La puntualidad era una de sus grandes manías, ésta llegaba a ser tan grande, que incluso no aceptaba retrasos de más de dos minutos escasos. Si el invitado a la comida, no había llegado en el momento acordado, éste no tardaba en devorar el plato así como de echar su respectiva siesta.
También curioso lo que hacía en los días impares de los meses pares (es decir, los días 1, 3,5,… de Febrero, Abril,…), dónde colocaba un palo rasgado en la puerta de su casa. Ésta tradición, cuyo motivo se desconoce, fue puesta en práctica desde la infancia hasta la muerte de Kant, sin que hubiera ninguna excepción ningún día, así como su paseo de tarde, donde el filósofo, con una puntualidad más exacta que un reloj suizo, trazaba un paseo que siempre era el mismo recorrido y a la misma hora, sin ninguna excepción, excepto los 16 de Marzo, fecha de la muerte de su madre.

Fuentes: Páginas varias.

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